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El derrumbe de un puente por la tromba de agua aísla cinco pueblos alpujarreños

El temporal causó desprendimientos en otras carreteras, pero no hubo accidentes graves

Tres autocares repletos de turistas realizaban ayer por la mañana una ruta por la Alpujarra. Dos de ellos pasaron por el puente de la A-4127 que une Cádiar y Bérchules a las 13.00 horas. El tercero en la cola ya no pudo. La estructura centenaria que soporta la plataforma de la carretera cedió a la acumulación agua por las fuertes lluvias registradas en la zona. Fueron minutos de diferencia. El azar quiso que nada grave sucediese y que una patrulla de la Guardia Civil se percatase antes del derrumbe y cortase el tráfico en ambos sentidos por la citada carretera. Ahora, hasta cinco localidades alpujarreñas se encuentran casi aisladas. Tiene rutas alternativas para salir del pueblo, pero dando un rodeo de horas.

Éste fue el incidente más grave registrado ayer en la provincia de Granada provocado por las fuertes lluvias. Tras una noche infernal para los conductores que transitaban por la A-92 a la altura del puerto de La Mora, las nevadas dieron una tregua a las carreteras y durante todo el día de ayer la situación se dio por normalizada. Eso sí, sólo en lo que a nieve se refirió porque el agua hizo estragos.

El puente que se derrumbó y que ha quedado intransitable pertenece al término municipal de Nariles, un anejo de Cádiar, aunque linda con los municipios de Mecina de Mombarón y Bérchules. Exactamente, se encuentra a seis kilómetros de esta última localidad. Se trata un puente centenario, cuya base cedió por la acumulación de agua dejando una hondonada de tres metros y medio, entre la tierra y la plataforma de asfalto por la que habitualmente circulan decenas de vecinos.

Tras el corte del tráfico en ambos sentidos, cinco pueblos son los más perjudicados por el semiaislamiento en el que se encuentran. Juviles, Alcútar, Bérchules, Mecina Bombarón y Yégen. El alcalde de Bérchules, Ricardo Zapata, explicó ayer a IDEAL que el puente comunica con Cádiar y demás localidades alpujarreñas en un tramo de ocho kilómetros. Ahora, la vuelta a la región es de obligado cumplimiento. «Por ejemplo, los niños que vienen a estudiar a Cádiar de estas localidades tienen dos alternativas. O desviar por Ugíjar para luego regresar o alcanzar Almejíjar y regresar. En definitiva, en el primer caso 85 kilómetros de esta carretera y, en el segundo, unos sesenta», explicó. No es incomunicación, pero casi.

Por el momento no hay fecha para la reparación del puente. Eso sí, no volverá a ser el mismo. Su antigüedad es tal, que no puede ser reparado. Entre otras alternativas, se estudia la posibilidad de poner una estructura superficial a modo de pasarela. Los técnicos de la Junta realizan hoy una visita para estudiar una solución.
Los vecinos de la zona aseguran que desde el año 73 no había pasado agua por el cauce que salva el puente ahora derruido.

Otros puntos

Además de esta carretera, también en la Alpujarra, la que comunica Torvizcón y Cádiar, recientemente construida, registró una decena de desprendimientos de los taludes laterales que cortaron, al menos, uno de los carriles. La carretera que corrió peor suerte fue la GR-5208, en el término municipal de Motril, que estuvo cortada en ambos sentidos durante buena parte de la tarde por un desprendimiento de tierra.
Además de estos puntos, la nieve obligó a cerrar el puerto de La Ragua y al uso de cadenas en la subida al Veleta. También dificultó la circulación en la Autovía del 92, a la altura de las localidades de Guadix y Baza, en la zona norte de la provincia. Pero a diferencia de la jornada anterior, no se registraron accidentes graves.

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